y puso mi boca como espada aguda ,me cubrio con la sombra de su mano ;y me puso por saeta bruñida,me guardo en su aljaba;
y me dijo ,Mi siervo eres,oh Israel,por que en ti me gloriare. iasias49:2
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa hecha de manos, eterna, en los cielos.
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